Alcobendas y Ademar empataron 28-28 en su primer encuentro de la Liga Asobal en el que los locales consiguieron una renta de cinco tantos en la primera mitad que no supieron defender en la segunda y se vieron remontados, pero pudieron controlar los últimos minutos para salvar la igualada.

El encuentro comenzó con el Alcobendas con ganas de agradar a su numeroso público. Cogió el mando del partido y, aunque el Ademar aguantó el tirón en el marcador en los primeros minutos, pronto consiguió ponerse por delante y aumentar la ventaja, que llegaría a los cinco tantos a favor en el descanso.

Una defensa de seis y un buen porcentaje de aciertos en los tiros permitió este distanciamiento en el electrónico.

La ventaja llegó a seis en el inicio de la segunda parte, pero fue el momento en el que los pupilos de Jordi Ribera despertaron. Colocaron en primer lugar a Ortigosa más adelantado de lo normal, para que posteriormente le acompañara Stranovsky. Así, con la defensa 4-2, y los dos avanzados muy adelantados, desdibujaron el ataque de los locales, que se perdían en una maraña de jugadores que no sabía cómo rematar los ataques.

Alilovic, un muro
Además, los lanzamientos se hacían con excesiva dificultad y aquí se erigió como líder, el meta visitante Alilovic.

Las diferencias se recortaron hasta primero conseguir la igualada para posteriormente se colocaran por delante, a falta de sólo 1:35 para el final. Pero los locales consiguieron el empate y un último ataque para los leoneses, muy largo, en claro pasivo, no lo supieron rematar.

Así, el Alcobendas acabó contento por el empate, pese a haber tenido la victoria en la mano, y ante un rival de la zona alta, y más después del verano tan difícil que han tenido, mientras que el Ademar, que sacó un punto cuando nada tenía, acabó con la sensación de haber perdido los puntos de la victoria ante un rival que no cuenta nada en su lucha particular por los puestos de arriba.