El Pevafersa Valladolid inició con buen pie su andadura en la Liga de Campeones de balonmano después de obtener un trabajado triunfo (23-26) en Rumanía ante el HCM Constanta, tras un duelo dominado desde el inicio por el conjunto de Juan Carlos Pastor.

Los pucelanos, que afrontan su segunda participación en la máxima competición continental, afrontaron el duelo con las bajas de Oscar Perales, Víctor Hugo y Luka Scurek, pero lograron sobreponerse y controlar el partido ante el combativo bloque rumano.

Y es que el Constante se empleó por momentos con una excesiva dureza en labores defensivas, ante la permisibilidad arbitral, evitando una 'fuga' definitiva del Pevafersa, que tuvo en Raúl Entrerríos a su máximo goleador con ocho tantos.

Viejos conocidos
No obstante, los de Pastor mantuvieron el mando en el electrónico y acabaron asegurando sin demasiados problemas su primera victoria en la competición, alimentando el esperanzador inicio de temporada que está teniendo el club, invicto en la Liga Asobal, que comanda junto al BM Ciudad Real y el CAI Aragón, precisamente su próximo rival en la competición doméstica.

La victoria permitió al cuadro pucelano batir de nuevo a un 'viejo conocido' en su trayectoria continental los últimos años, ya que el pasado año ambos equipos también se encontraron, en aquella ocasión en los cuartos de final de la Recopa, con resultado también favorable al equipo de Pastor.

Miguel Ángel Andrés Muñiz "LANCHO" ha fallecido el domingo 27/9 en Valladolid.

LANCHO, entrenador del AULA CULTURAL FEMENINO y durante bastantes años ligado a las diferentes selecciones femeninas de CASTILLA Y LEÓN nos ha dejado, tras una larga enfermedad.

Todo el mundo del Balonmano en Castilla y León y en especial el Balonmano Femenino le tendremos en nuestra memoria, recordándole no sólo como buen entrenador sino también como buen amigo y mejor persona.

Acompañar en estos duros momentos a sus compañeros del AULA CULTURAL es lo único que podemos hacer desde aquí.

El entierro será el lunes 28, a las 16:00 h, en la Iglesia San Ignacio de Loyola de Valladolid.

Un fuerte abrazo "LANCHO"

Reale Ademar prefirió jugarse a un cara o cruz su primera victoria de la temporada y sólo con un tanto de uno de sus buques insignia, Héctor Castresana, pudo respirar en los segundos finales para acabar derrotando con un enorme sufrimiento a un Cuenca 2016 que le puso al borde de un ataque de nervios.

Lo peor para los leoneses es que el calendario a partir de ahora empieza a apretarse sobremanera, con Liga y Liga de Campeones y frente a rivales temibles, además de tener en el horizonte cercano -próxima jornada en su pista- a un Valladolid que intentará hacer sangre en su enemigo deportivo, tocado ahora más que nunca en lo anímico.

No se recordaba a la afición ademarista increpando a sus jugadores, pero esta circunstancia se produjo en el encuentro ante los castellano-manchegos, cuando éstos empezaron a sembrar el temor a falta de ocho minutos para el final del encuentro, al igualar el marcador 30-30.

Débil defensa local
La ansiedad a la que aludía el técnico local Jordi Ribera como una de las causas fundamentales del mal inicio de temporada de su equipo volvió a apoderarse de sus jugadores, puesto de manifiesto sobre todo en la endeblez de una defensa que hacía aguas por todos los lados.

En ataque los locales se basaban en el binomio que formaban Castresana -demoledor desde el pivote- y Costa, efectivo en las penas máximas y en las acciones desde el extremo; mientras que el conjunto conquense se beneficiaba del brazo incontenible de Paván, una pesadilla durante el primer periodo.

Las ventajas eran leonesas pero sin superar los dos goles, hasta que la igualada (12-12, minuto 21) surtió como aldabonazo para los ademaristas que a partir de entonces recuperaron su esencia de juego más contundente en la zona central de la defensa, lo que permitió el contragolpe y lograr, primero un parcial de 4-0, luego ampliado a un 7-1, que conducía a un más tranquilizador 20-16 al descanso.

Seis goles de ventaja desperdiciados
A pesar de que los de Ribera recuperarían su máxima renta, 22-16, al inicio de la reanudación, el equipo seguía sin carburar y poco a poco fue perdiendo fuelle, identidad y acrecentando la falta de respeto de un rival que se multiplicó a pesar de contar con tan solo nueve jugadores de campo.

Ni el presumible cansancio fue óbice para que el equipo de Dzokic se le subiera a las barbas al Reale Ademar que, fruto de los nervios, veía como el marcador se colocaba en un inquietante empate a 30 a falta de ocho minutos, después de que a Paván se le uniera Nilsson como otro jugador casi imparable.

El Pevafersa Valladolid tuvo que sufrir hasta los últimos instantes para superar como visitante al Antequera 2010, pero el 28-29 le da una nueva victoria, con lo que consigue un pleno de cuatro en estos inicios de la Liga Asobal.

Espléndida primera parte por ambos equipos, con defensas muy seguras y con Jorge Martínez y Tomas Svensson en plan de figuras, líneas en las que se gestaron los marcadores muy igualados, con empates en los minutos 5 al 20. A partir de ahí, el Antequera tomó ventaja de dos goles, con 11-9 y 14-12 con el que se llegó al descanso, fruto de diez minutos muy buenos de los del técnico Antonio Carlos Ortega.

El Valladolid, por su parte, demostró su categoría y la calidad de sus hombres, pero enfrente los de Ortega respondieron con sus armas, garra, fuerza, pundonor y acierto a la hora de defender como a la de atacar, lo que permitió el sueño de ganar.
Pero llegó la segunda parte y el Valladolid, en cinco minutos, le dio la vuelta a esa ventaja y empató a 16 gracias al acierto de Milosajevic, Tvedten, Gurbindo y Delgado Ávila y a cómo mandó Raúl Entrerríos, una de las figuras del partido.

Eduard Fernández decide en el último segundo
El Antequera reaccionó y se puso otra vez por delante en los minutos 45 y 50, lo que demostró la capacidad de reacción del Antequera, pero el conjunto visitante no desesperó y tomó de nuevo ventaja en unos minutos de balonmano de altura.

Así se desarrolló el juego hasta que a falta de 5 segundos, a Pepelu se le fue un balón fuera y en la jugada siguiente el Valladolid marcó por medio de Eduard Fernández, que mostró picardía, ya que tiró casi de espaldas y sorprendió a Jorge Martínez. Fue un jarro de agua fría para la afición local que pensaba haber empatado a uno de los grandes de Europa, pero que perdió porque falló en el segundo decisivo.

El Fraikin Granollers tuvo que esperar tres jornadas para llevarse los primeros puntos de la Liga y salir del pozo que ocupaba al ser aún de los pocos equipos que estaba sin puntuar, mientras Ademar sigue sin conocer la victoria esta temporada y sin despertarse todavía de su letargo.

En un partido con mucho contacto y con fuertes defensas, los catalanes pudieron por fin lucirse ante su público y hacer suyo un partido dónde supieron aprovechar todas las oportunidades que tuvieron y pudieron noquear a un Ademar que no ofreció una de sus mejores imágenes.

Hasta el 2-2 (minuto 4) se mantuvieron las alternativas pero los locales pudieron ir imprimiendo su mejor juego y coger sus primeras rentas con el 5-3. Rentas de dos goles que mantuvieron durante varios minutos, ampliándola hasta una máxima de tres en el minuto 17 (9-6) ante una defensa leonesa que hacía aguas.

Un gran contraataque de Resina
El contraataque de Resina en el minuto 23 y el 14-8 que situó en el luminoso sirvió para que el técnico leonés, Jordi Ribera, pidiera tiempo muerto para ordenar sus filas ante un Granollers que sacó toda su garra y se creyó por fin todo su potencial.

Sólo el extremo eslovaco Stranovsky parecía capaz de romper la defensa local pero, a partir del minuto solicitado por el técnico leonés, el lateral Aguirrezabalaga empezó a soltar también su brazo sobre la meta vallesana. Una portería que Ohlander supo defender esta vez con uñas y dientes.

Ese 14-8 fue la máxima renta de la primera mitad. Tras las dos primeras jornadas en que Granollers sufrió en exceso de fuertes defensas imposibles de superar, aprendieron bien la lección y cerraron filas con un juego mucho más duro a lo que nos tenían acostumbrado.

El descanso sirvió para cambiar los aires en el ataque visitante que pudo acercarse hasta un peligroso (15-14) en apenas dos minutos de la reanudación aunque siguieron a remolque del mejor juego local. Fue pasado el primer cuarto cuando con la transformación de una pena máxima los de Ademar lograron el equilibrio en el luminoso (21-21) pero siguieron siempre bajo el control de un Granollers que con una férrea defensa y con la seguridad de un Ohlander brillante bajo los palos pudieron mantener la tensión y acabar sumando los dos puntos de oro en juego.

Falló en exceso el Ademar y no supo aprovechar sus opciones, todo lo contrario que los catalanes que supieron mantener su nivel en todo momento pese a las ultimas apuestas de Ribera de jugar con Chernov en ataque pero aún así los lanzadores locales no perdonaron en ningún momento y se acabó cumpliendo la lógica y Granollers se llevó la merecida victoria dejando al Ademar en una difícil situación.

El Pevafersa Valladolid decidió el encuentro en los últimos ocho minutos, merced a la actuación del guardameta Svensson y a la rapidez que Gurbindo impuso al juego, ante un Naturhouse La Rioja que no supo reaccionar al cambio de actitud local y que se quedó sin recompensa tras realizar un partido muy serio.

El Naturhouse salió muy centrado y su defensa 5-1 sobre Entrerríos descuadró a los vallisoletanos, que tardaron más de cinco minutos en anotar su primer gol, en parte también debido a la buena actuación de Lorger en la portería visitante, lo que permitió a los logroñeses controlar el juego en los inicios.

El polivalente Ávila, que igual juega de extremo, que de central o de pivote, se convirtió en el jugador franquicia del Pevafersa y, merced a una mejoría defensiva y al acierto de Milosavljevic en los penaltis, el cuadro local se hizo con los mandos del partido para lograr una renta de tres goles (11-8) que obligó al técnico del Naturhouse, Jesús Javier González, a pedir un tiempo muerto.

El Naturhouse aumentó la presión defensiva y el Pevafersa se bloqueó en ataque, con lo que Juan Carlos Pastor, en un intento de frenar la reacción del rival, solicitó un receso, que no impidió que el cuadro logroñés empatara el encuentro (15-15), gracias a un parcial de 0-4 en los últimos cinco minutos del primer tiempo.

Tras la reanudación, el Pevafersa no sólo no mejoró sino que entró en una espiral de despropósitos, ya que se mostró flojo en defensa, sin ideas en la faceta ofensiva y sin capacidad para crear, a lo que se añadió una acumulación de exclusiones, que terminó de desquiciar al cuadro local.

Con Lorger como gran protagonista -con 17 paradas, entre ellas dos penaltis- y Bashkin -once goles, seis de penalti- el Naturhouse consiguió dominar el marcador durante la mayor parte de la segunda mitad, hasta el minuto 53, cuando el Pevafersa logró imprimir rapidez al juego y adquirió confianza tras varias intervenciones de Svensson (28-25).

"Jota" solicitó un tiempo muerto para intentar devolver la confianza a los jugadores, pero los vallisoletanos ya estaban "enchufados", con un Svensson intratable en la portería que cambió el rumbo del partido y permitió a su equipo remontar el vuelo en los últimos instantes, para anotarse una nueva victoria (32-26).

El Pevafersa Valladolid se impuso con claridad (22-32) en su visita a Cuenca, en un partido que se quedó sin emoción a los diez minutos y que terminó siendo un paseo sencillo para los vallisoletanos.

La primera parte sólo tuvo emoción en sus diez minutos iniciales. El Cuenca 2016, sirva como anécdota, marcó el primer tanto del partido a los tres minutos y eso le hizo ponerse por delante del marcador, la única vez en todo el encuentro.

Las iniciales imprecisiones en el pase, paradas de Bozic y balones a la madera, hicieron que el Pevafersa Valladolid tardase más de lo habitual en cogerle el aire al luminoso. Por ello tardó seis minutos en conseguir el primer tanto, pero a raíz del 2-2, un parcial de 2-7 dejó en franquicia el encuentro para los discípulos de Juan Carlos Pastor.

Dominio incontestable de los pucelanos
El partido fue dominado hasta el descanso con absoluta facilidad por los vallisoletanos, en todas las facetas. Lo mismo daba jugar en inferioridad que perder algún que otro balón en el ataque. Los conquenses no existieron en defensa y perdieron diez balones en el ataque que provocaron el contraataque fácil del rival. Ello hizo que el marcador se ampliara cada vez más a favor de los visitantes, alcanzando los ocho goles de diferencia, 7-15, en el minuto 26.

En los últimos tres minutos, el Cuenca 2016 reaccionó con más corazón que cabeza y eso permitió recortar un poco la diferencia en contra.

Excesivos errores de los locales en defensa y en ataque
De la segunda parte, poco hay que decir. Los primeros minutos parecieron atisbar una reacción local, poniéndose a cinco tantos, pero pronto volvieron los visitantes a coger el aire al partido, lo que ayudado por los numerosos errores de los locales, tanto en defensa como en ataque, provocaron que el partido no tuviera historia a falta de 20 minutos para el final. La única incógnita era conocer en qué diferencia de goles dejaría el marcador el Pevafersa Valladolid.

Como destacados, tan sólo el portero Bozic por parte de los locales y en líneas generales, todo el equipo visitante, especialmente a la hora de combinar los ataques donde el pívot Tvedten y el lateral Entrerríos tuvieron casi pleno de aciertos.

El Ciudad Real sumó una importante victoria en el pabellón del Reale Ademar (27-31). Los locales se vinieron abajo pasado el ecuador del segundo tiempo y no supieron aprovechar una importante ventaja de cuatro goles. Los manchegos aprovecharon mejor los numerosos errores ofensivos de los leoneses.

El equipo de Jordi Ribera apostó por una sólida defensa como mejor arma para hacer frente al potencial del equipo manchego, con la única baja en León de Davis, y durante los primeros minutos quedó de manifiesto que esa era la apuesta de ambos equipos, aunque los primeros resultados se comenzaron a ver en el bando local.

El Ademar rompía el partido pasados los diez primeros minutos después de alternativas de marcadores igualados y con un parcial de 3-0, los leoneses comenzaban a mandar sobre la cancha ante un Ciudad Real que no estaba cómodo y que comenzaba a dar demasiadas facilidades defensivas.

Dujshebaev veía que el partido comenzaba a complicarse y viendo una diferencia de cuatro goles en contra (10-6) apostó por cambiar la defensa a mixta y por dar entrada en la portería a Hombrados que sustituía a un desacertado Sterbik y lo cierto es que la fórmula dio resultado.

Los locales no supieron aprovechar su ventaja
El equipo de Jordi Ribera no supo sacar provecho a su ventaja y se encontró con la remontada manchega después de un parcial de 0-4 que supuso que por primera vez se viera por delante en el marcador al equipo visitante (12-13) llegando al descanso con empate y con todo por decidir en el segundo tiempo.

Los dos equipos salieron con la idea muy clara de intentar romper el partido y eso llevó a romper con la seriedad defensiva y llegaron los minutos con más descontrol sobre la cancha donde predominó la precipitación sobre el acierto.

Demasiados errores en ataque de los leoneses
En este descontrol que se vivió en este segundo tiempo sacó partido el equipo manchego que no desaprovechó los numerosos errores de los leoneses en ataque que mantuvieron el tipo gracias a un Alilovic que lo paraba todo y lograba que el Ciudad Real no se fuera en el marcador.

El Ademar no mejoró y al final, el vigente campeón de esta liga rompía el partido a los 20 minutos de juego con un parcial de 0-23 (24-25) que dejaba sentenciado el partido ante la impotencia de un equipo, el leonés, que mostró preocupantes carencias ofensivas y muchas lagunas en defensa que no desaprovechó el Ciudad Real para ganar en una de sus canchas más complicadas.

CAMPEONATO DE CASTILLA Y LEON
SEGUNDA DIVISIÓN MASCULINA
LIGA REGULAR
Grupo: UNICO
LIGA 2 Vueltas